Cuando se aborda la estrategia de marca desde una perspectiva inicial, es común que las organizaciones se centren en gran medida en la dimensión visual y estética de la misma. Sin embargo, con el tiempo, se ha vuelto cada vez más claro que la estrategia de marca va mucho más allá de la superficie. Se trata de comprender la esencia de la marca y cómo se alinea con los objetivos y valores fundamentales del negocio.
En retrospectiva, es evidente cómo ha evolucionado el enfoque general de la estrategia de marca a lo largo del tiempo. En los primeros días, era común que las estrategias se basaran en enfoques predefinidos y herramientas estándar. Sin embargo, hoy en día, existe un reconocimiento generalizado de la importancia de adaptar la estrategia a las necesidades y metas específicas de cada organización.
Al examinar proyectos y documentos pasados en el campo de la estrategia de marca, es posible identificar ciertos patrones. A menudo, se observa que las estrategias previas tendían a exagerar la aplicación de ciertos elementos o plantillas, lo que en última instancia, conducía a un enfoque menos efectivo. Esto subraya la importancia de abordar la estrategia de marca de manera más flexible y centrada en los resultados deseados.
En la actualidad, los expertos en branding han llegado a comprender que no existe una única fórmula que se aplique a todos los casos. Cada negocio es único, con sus propios objetivos y desafíos específicos. Por lo tanto, la estrategia de marca debe ser personalizada y adaptada en función de estas variables.
Una lección clave que ha surgido en el ámbito del branding es que la estrategia de marca debe estar estrechamente alineada con los objetivos comerciales. En lugar de aplicar un conjunto estándar de preguntas o enfoques, los expertos en branding reconocen la importancia de permitir que los objetivos de la organización guíen la estrategia. Esto garantiza que la estrategia de marca sea relevante y efectiva para el negocio en cuestión.
En un sentido más amplio, es fundamental destacar que la relatividad del negocio no siempre se ha enfatizado lo suficiente en el campo del branding. Las empresas atraviesan diversas etapas de crecimiento, y cada una de estas etapas implica objetivos y desafíos diferentes. Desde startups en etapas iniciales hasta empresas establecidas y unicornios, todas requieren enfoques de branding adaptados a su contexto.
En particular, se debe prestar especial atención a la estrategia de marca para las startups en etapas iniciales. Estas empresas a menudo se encuentran en una fase crítica de desarrollo en la que la claridad de marca es esencial. En lugar de centrarse exclusivamente en la apariencia visual, estas startups deben encontrar su identidad y propósito de manera sólida, basándose en sus valores fundamentales y su cultura.
En resumen, la evolución de la estrategia de marca ha llevado a una comprensión más profunda de su importancia y flexibilidad. Los expertos en branding ahora reconocen la necesidad de personalizar la estrategia en función de los objetivos y valores fundamentales de cada organización. Al hacerlo, se sientan las bases para un branding sólido y efectivo que contribuye al éxito empresarial a lo largo del tiempo.