La semana pasada comenzó con el tipo de cambio en 3.708 para, después de rozar los 3.72 el jueves, cerrar el viernes en 3.712.
Y es que el miércoles pasado la FED anunció una subida de 25bp en la tasa, todo según lo previsto y situándola en máximos de los últimos 16 años. Lo relevante como siempre fueron las declaraciones de Powell que, sin decir que es la última subida, si se mostró cauto y que estarán monitorizando si son necesarias subidas adicionales (lo hará ‘basado en data’, según sus propias palabras).
La pausa, y más que probable final en el ciclo de subida de tasas favorece la debilidad en el dólar.
Esta semana, el miércoles, conoceremos nuevo dato de inflación que se espera repita en torno al +5%, es decir que no retroceda. Si se espera un retroceso en el IPC Subyacente (5.5% desde 5.6% ant), que junto con una ligera caída en la Confianza del Consumidor (63.1 vs 65.5 ant) también jugará a favor de un dólar más debilitado en la semana